Lujan de Cuyo
lunes, 6 de junio de 2011
viernes, 3 de junio de 2011
MUSEO CASA DE FADER
Museo Casa de Fader
Es un museo provincial declarado Patrimonio Cultural de la Provincia de Mendoza, que cuenta con colecciones y exposiciones de artistas y pintores mendocinos y nacionales. Además en su interior hay preciosas instalaciones y jardines. Funciona en la casa que perteneció a Emilio Guiñazú quien compró esta finca de 95 ha. en el año 1889. Es el Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú, concebido para una función activa como cátedra de arte, cuenta con colecciones originales de importantes artistas provinciales, nacionales y con reproducciones de cuadros y esculturas del arte universal. Lleva el nombre del extraordinario artista plástico Fernando Fader, quien pintó los maravillosos murales del hall y de la piscina interna. La casona donde funciona fue donada por Doña Narcisa Araujo de Guiñazú en 1945 y transformada con una original concepción de museo-parque (trazado geométrico de cipreses que forman salas al aire libre para la exposición de esculturas). Abrió finalmente sus puertas al público en 1951. En 1998, se declaran Bienes del Patrimonio de la Provincia de Mendoza el Edificio del Museo, su Parque y la obra de Fernando Fader, señal del reconocimiento oficial por el valor patrimonial que el Museo tiene para la vida de Mendoza. De acuerdo con los ejes de trabajo establecidos por la Secretaría de Cultura, el Museo está implementando una serie de actividades tendientes a difundir su patromonio histórico-artístico y a promocionar las artes plásticas, en un marco de democratización y federalización que facilite a la comunidad el conocimiento y apropiación de los bienes que integran su patromonio cultural. FADER CUMPLE 60AÑOS El Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú – Casa de Fader festejó el 60º Aniversario de su creación, y lo hizo con la muestra Homenaje del Maestro Mendocino Ángel Gil. Las pinturas del destacado artista estuvieron expuestas desde el 10 de abril al 8 de mayo. Además de las exposiciones permanentes del patrimonio cultural del Museo. Conocé su historia y sus obras. El 11 de abril de 1951, por el aniversario del natalicio de Fernando Fader, se realizó la ceremonia de inauguración de nuestro Museo mayor que cuenta con una de las colecciones públicas más importantes del país. Se trata de la perteneciente al artista plástico Fernando Fader que está compuesta por 52 obras, murales, esculturas, dibujos y pinturas que fueron declaradas en 1998 patrimonio cultural de la provincia. Luego de la muerte de Emiliano Guiñazú, acaecida en la Nochebuena de 1907 en la ciudad española de Sevilla, la casa que tanto amó fue heredada por su esposa Narcisa Araujo, quien en 1945 por disposición testamentaria la dona a la provincia para que se instale en ella un museo con el nombre de su esposo. En sus salas se han exhibido obras de los más destacados y prestigiosos artistas locales, nacionales e internacionales, convirtiéndose así en uno de los museos más importantes de la región. Las colecciones que alberga el Fader son: Artistas Mendocinos: Gregorio Torres, Ramón Subirats, Rafael Cubillos, Vicente Lahir Estrella, Antonio Bravo, Fidel De Lucía, Dardo Retamoza, Roberto Azzoni, Victor Delhez, Sergio Sergi, Julio Suárez Marzal, Fidel Roig Matons, Juan Scalco, José Manuel Gil, José Bermúdez, Alfredo Ceverino, Antonio Sarelli, Ángel Gil, Eliana Molinelli, Alberto Musso, entre otros. Fernando Fader: La integran murales, esculturas, dibujos, pinturas (52 obras). Artistas Nacionales: Carlos Alonso, Raúl Soldi, Juan Carlos Castagnino, Emilio Pettoruti, Benito Quinquela Martín, Juan del Prete, Miguel Diomede, Raquel Forner, Antonio Berni, Alfredo Bigatti, Alejandro Cristophersen, Stephen Koek Koek, Alfredo Bellocq, Florencio Molina Campos, Roberto Rossi, Emilio Caraffa, Gustavo Cochet, entre otros. Artistas Extranjeros: Carlos Carrá, Egon Schiele, Francisco de Madrazo, Antonio Frirli, Ives Tanguy, Rafael Alberti, Joan Miro, Rafael Romanelli, Lorenzo Domínguez, entre otros. Premios adquisición Salón Bienal Provincial de Artes Plásticas (Pintura, Dibujo, Escultura, Cerámica, Grabado). Premios adquisición Salón Regional Vendimia (Pintura, Dibujo, Escultura, Cerámica, Grabado, Fotografía). Ángel Gil Considerado uno de los grandes maestros de la pintura de Mendoza, nació en 1937 en nuestra provincia. Egresó en 1967 de la Academia Provincial de Bellas Artes de Mendoza, más tarde fue profesor de dibujo y pintura de la Escuela Provincial de Bellas Artes. Integrante del Grupo Numen junto con Sarelli, Ceverino, Scacco y Caner formó el destacado Grupo Alfa así como fundador de las galerías Alfa, Numen y Zulema Zoireff. Su obra ha sido expuesta en numerosas galerías y museos de la provincia, el país y el mundo.
Para Mabel Ruiz, directora del Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú - Casa de Fader, y como hacedora cultural con muchos años de labor en el ámbito del Estado, el Fader es una pasión que vive con cotidiana intensidad. ¿Durante los últimos años se han realizado refacciones en el Museo para atender las necesidades de una mayor afluencia de público? Sí, se ha llevado a cabo la restauración de la sala contigua a la piscina interior, y el traslado de la Biblioteca y oficina de Dirección a la casa ubicada en el parque del Museo, tanto para liberar espacios expositivos como para concluir la puesta en valor del sector histórico del edificio. También fue colocado en el parque del Museo el busto de Fernando Fader que se retiró de su antiguo emplazamiento. Y un subsidio del Fondo Patrimonial permitió la habilitación del riego por aspersión en todo el parque del Museo. Las obras encaradas permiten brindar mejores servicios al público que actualmente manifiesta un mayor interés por el "turismo cultural". El Museo incorpora obras del arte actual. ¿Cómo es el diálogo entre las nuevas generaciones y los antiguos maestros? Existe un buen diálogo entre las obras que se incorporan a través de los premios adquisición del Salón Vendimia y las obras patrimoniales. Esto se debe a que la producción de nuestros jóvenes artistas se sustenta en los grandes maestros que ha tenido y tiene nuestra provincia. ¿Cuál cree usted que será la función de los Museos en las próximas décadas? Creo debe ser eminentemente educativa. El afianzamiento de las identidades, el valorar y reconocer el patrimonio como una forma de reconocerse en él. ¿De dónde proceden los fondos del Museo? Los fondos con que cuenta el Museo provienen del Gobierno de la Provincia y de la Asociación de Amigos del Fader, que desde hace diez años apoya incondicionalmente al Museo. Actividades Muestra temporaria: “200 años de arte en Mendoza – recuperar la memoria, redescubrir el arte. Primera etapa: 1810 – 1950”. Hasta el 25/07. Videoteca: se proyectarán documentales sobre vida y obra de los más importantes artistas plásticos argentinos, entre ellos Fernando Fader, correspondientes a la Serie “Huellas del arte argentino”, producida por canal Encuentro. Proyecciones: martes a viernes, 10 y 15 horas; sábados y domingos, 15.30. Muestras permanentes: colección Fernando Fader, Galerías y Parque de Esculturas. Entrada: mayores de 12 años $5. Visitas: martes a viernes de 8.30 a 18. Sábados, domingos y feriados de 14 a 19. Consultar por visitas guiadas al 0261- 4960224. |
MOLINO REYNAUD
MOLINO REYNAUD
La Municipalidad de Luján de Cuyo recibió un subsidio para recuperar el edificio, ubicado en plena calle San Martín del distrito de Carrodilla. En el lugar funcionará un museo.
El Molino Reynaud reúne gran parte de la historia de Mendoza. Es el único de similares características que se encuentra en pie y con la maquinaria en su interior. Pero los rastros del tiempo hicieron estragos en el edificio y, luego de numerosas tratativas de la Municipalidad de Luján de Cuyo, la Provincia otorgó un subsidio de 65 mil pesos para restaurar el lugar.
Con este monto se podrá comenzar sólo con una parte de las obras, ya que debido a la antigüedad del establecimiento y al paso del tiempo, el molino se encuentra notablemente deteriorado. En su interior, hoy aún se pueden observar todas las maquinarias que a mediados del siglo XIX le dieron vida a este rincón de Luján.
Desde la comuna, proyectan bajar la parte del techo que está más averiada y luego seguir con la recuperación del salón que está pegado al molino. La segunda etapa consistirá en acondicionar el sector que se encuentra en mejor estado, donde se creará un museo, para que los visitantes puedan recrear la historia que allí se vivió durante años.
El Molino de Reynaud fue declarado de Interés Histórico, Turístico y Cultural por el Concejo Deliberante del departamento. Por otra parte, las autoridades provinciales también destacaron su importancia patrimonial y a través de un decreto, firmado por el ex gobernador y actual vicepresidente de la Nación Julio Cobos, fue declarado Bien del Patrimonio Cultural de la Provincia de Mendoza.
Este importante inmueble está ubicado en San Martín 6.538 de Carrodilla y fue fundado en 1975 y funcionó hasta 1993.
El Molino Reynaud reúne gran parte de la historia de Mendoza. Es el único de similares características que se encuentra en pie y con la maquinaria en su interior. Pero los rastros del tiempo hicieron estragos en el edificio y, luego de numerosas tratativas de la Municipalidad de Luján de Cuyo, la Provincia otorgó un subsidio de 65 mil pesos para restaurar el lugar.
Con este monto se podrá comenzar sólo con una parte de las obras, ya que debido a la antigüedad del establecimiento y al paso del tiempo, el molino se encuentra notablemente deteriorado. En su interior, hoy aún se pueden observar todas las maquinarias que a mediados del siglo XIX le dieron vida a este rincón de Luján.
Desde la comuna, proyectan bajar la parte del techo que está más averiada y luego seguir con la recuperación del salón que está pegado al molino. La segunda etapa consistirá en acondicionar el sector que se encuentra en mejor estado, donde se creará un museo, para que los visitantes puedan recrear la historia que allí se vivió durante años.
El Molino de Reynaud fue declarado de Interés Histórico, Turístico y Cultural por el Concejo Deliberante del departamento. Por otra parte, las autoridades provinciales también destacaron su importancia patrimonial y a través de un decreto, firmado por el ex gobernador y actual vicepresidente de la Nación Julio Cobos, fue declarado Bien del Patrimonio Cultural de la Provincia de Mendoza.
Este importante inmueble está ubicado en San Martín 6.538 de Carrodilla y fue fundado en 1975 y funcionó hasta 1993.
TOMA DE LOS ESPAÑOLES
Toma de los españoles: la estafa del siglo XVIII
- Esta es la verdadera historia de la Toma de los Españoles. - Documentación inédita revela que el constructor de la obra, Josef Comte, se fugó dejándola inconclusa y con gran parte del dinero que se le había otorgado para la construcción. - Los vecinos fueron los perjudicados.
Notas relacionadas
LA VERSION OFICIAL
La toma se construyó sin ningún inconveniente
Durante muchos años, la ciudad de Mendoza fue azotada por continuas crecientes producidas en épocas estivales; éstas causaban graves daños y pérdidas cuantiosas en edificios, fincas y solares de aquella aldea.
El vecindario se preocupaba, pero las reuniones efectuadas en el Cabildo nunca brindaban la solución al problema.
Muchos fueron los proyectos de construir una toma, pero los recursos -tanto humanos como económicos- impedían que se concretaran.
La iniciativa de los vecinos
Después de años de lucha, los pobladores tomaron la iniciativa de construir una pequeña compuerta en la entrada del zanjón y el río Mendoza -en Luján de Cuyo-. La precaria obra duró muy poco tiempo ya que una creciente la destruyó casi por completo.
Pasaron más de treinta años cuando por decisión del entonces gobernador intendente de Córdoba del Tucumán, marqués Rafael de Sobremonte, ordenó la construcción de un dique en el río para mejorar el riego en los cultivos y reducir el peligro de inundaciones provocadas por las crecientes. Dos años después de esta orden, Sobremonte estuvo en Mendoza e inspeccionó el lugar en donde definitivamente se debería construir la obra.
Se construye la toma de la ciudad
En 1788, y como hemos dicho, después de la visita de Sobremonte, el Cabildo llamó a licitación y fue adjudicada al arquitecto Josef Comte, quien presupuestó una cantidad de 6.000 pesos para la construcción. Los recursos fueron obtenidos e inmediatamente comenzó la construcción.
El arquitecto José Comte tenía experiencia en construcciones; había restaurado el templo y el colegio de la Compañía de Jesús y otras edificaciones de importancia en la provincia de San Juan y en la nuestra.
La obra consistía en un murallón triangular en medio del río, con sus caras laterales en ángulos rectos de casi tres metros de largo, y se respaldó con un muro unido que sirvió de estribo para darle mejor salida al agua de las compuertas. Constaba de aproximadamente dos metros y medio de espesor. La estructura del mismo se realizó con cal y piedras que se sacaron del lugar. Se aseguraron con abrazaderas de hierro emplomado que se emplearon en la construcción de dicho murallón. Se colocaron unas cien abrazaderas de éstas. A la construcción se le agregaron dos compuertas, una que daba a la ciudad y la otra que despedía el agua del río. Las mismas eran de madera con palos sueltos enmarcadas y tenían una manija en la parte superior. También poseían dos palancas de hierro en las puntas de los maderos.
Otras de las característica de este dique era un puente que abarcaba toda la muralla. En apariencia, la obra era excelente.
La construcción fue proyectada en 7 meses, pero se demoró mucho más. Entre otras cosas, en la obra trabajaron algunos reclusos. Aunque las compuertas alcanzaron a contener y distribuir el agua hacia los canales durante un tiempo, el rigor del río terminó destruyendo parte del dique.
En 1792, la toma fue totalmente abandonada. Las ruinas de aquella obra hoy son conocidas como “La toma de los españoles” y se la declaró monumento histórico nacional en 1986.
LA OTRA VERSION
El constructor se llevó miles de pesos de los fondos
Desde los primeros años del asentamiento de los conquistadores en nuestra provincia, se produjeron en Mendoza infinidades de inundaciones que afectaban a la población.
Por años, la burocracia y la falta de decisión por parte del Cabildo frenó la iniciativa de construir un dique para abastecer de agua y, a la vez, impedir el acostumbrado desborde del río.
Fue en 1715 que el alcalde Videla Salinas, en una forma dictatorial, abrió otro zanjón y acequia porque el agua afectaba su huerta. Unos años después se constató que la ciudad corría grave peligro ya que en una creciente hizo desaparecer una calle, muchos solares con todos sus plantíos y hasta el Cabildo, la iglesia Matriz, la Plaza Mayor y las casas de renombradas familias corrieron estuvieron en riesgo. Pero todo seguía igual que antes, sin establecer ningún cambio.
Los cabildantes se deciden
Casi doscientos años el cabildo y sus representantes se pusieron firmes y propusieron construir un dique de cal y canto con una compuerta en la toma del río pero luego de tres años más precisamente en 1759 se siguió discutiendo y se decidió que era imposible realizar esta obra, todo, por supuesto quedó en la nada. Poco tiempo después se realizó esta toma con un costo enorme, pero una creciente la destruyó y la ciudad, otra vez, se quedó sin derivador. Inmediatamente se propuso una nueva construcción, pero a ésta se opuso el convento de San Francisco.
Rafael de Sobremonte tomó la iniciativa
El marqués de Sobremonte se interesó por que Mendoza tuviera una toma o dique. Es por ello que en junio de 1788 llegó a nuestra provincia para inspeccionar el lugar del futuro dique y designó una comisión que le informó sobre cómo tenía que construir la obra. Luego de aquella visita se licitó la construcción adjudicándosele al arquitecto Josef Comte, quien pasó un presupuesto de cinco mil doscientos once pesos con dos reales. Este grandioso proyecto constaba de tres compuertas de madera y murallas de piedra con cal y canto.
El arquitecto estafador
Para Comte, esta fue su mejor oportunidad, ya que este profesor de arquitectura prometió con su proyecto el oro y el moro. Luego de que el Cabildo estuvo de acuerdo, se realizaron los contratos pertinentes y este involucró a un fiador solidario llamado Pedro Espínola.
La obra de la toma comenzó con grandes expectativas para todos los mendocinos ya que esto solucionaría un problema de larga data. Los sesenta obreros comenzaron a trabajar, pero un día el regidor Fernando Güiraldes observó la obra y tuvo un entredicho con Comte, ya que los posibles gastos eran mayores a los presupuestados. Esto le permitió a Comte aprovechar la situación. Misteriosamente desapareció de la ciudad, llevándose una considerable suma del efectivo y, por supuesto, dejó la obra paralizada.
La construcción fue reanudada en 1791 por el fiador Pedro Espínola. Concluida la obra fue destruida por una creciente y otra vez comenzaron los problemas.
En relación con el arquitecto Josef Comte, nunca se inició juicio alguno y perjudicó a todos los mendocinos.
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